“¡El veganismo popular es poder popular!”: construyendo un antiespecismo revolucionario

por | Sep 10, 2023

Por: Antar Poder Popular Antiespecista1
Artículo publicado en la sexta edición de la Revista Animales & Sociedad.

Para nosotros, la mayoría de las críticas que, acertadamente, ubican al Veganismo liberal, colonial y occidental como ineficiente, no proponen y no tienen una praxis (teoría y práctica) insertada en la realidad para cambiarla, convirtiendo a la crítica en estéril. Por lo tanto, sólo a nivel retórico y discursivo, el Veganismo se retiene a un tipo de alimentación y estilo de vida, resumiendo su propuesta a sólo en consumir o no consumir algo. Así, además de una crítica al veganismo hegemónico, debemos considerar una teoría, así como una práctica de militancia y acción, realmente populares, antiespecistas y revolucionarias.

Aquí coincidimos en que el término Veganismo, si bien fue creado por la “Vegan Society” en 1944, está realmente, desde su origen, inmiscuido en un elitismo eurocéntrico, teniendo sus lineamientos y propuestas aliadas a las políticas estatales de guerra de la época2, que terminaron no representando el sur global o a un socialismo internacionalista. Sin embargo, destacamos que existe una historia (oculta) de liberación animal, que, aunque minoritaria, marcó el camino de varios grupos y agentes revolucionarios, construyendo una ideología radical y ya relacionada con otras luchas, que puede darnos pistas para la construcción de nuevos caminos y veganismos, que aquí llamamos veganismo popular3.

En este sentido, la construcción y tradición de lucha del llamado “veganismo popular” en varios puntos de América Latina —tradición que nació en la última década a partir de una crítica al veganismo hegemónico y de la unión feminista, ecologista, socialista y decoloniales— si bien aún es incipiente, puede ser una propuesta para la construcción de una praxis antiespecista que enfrente las dominaciones y estructuras existentes que aquejan a los animales humanos, no humanos y a la naturaleza en su conjunto. En el trabajo Reflexiones animalistas desde el Sur, sobre la experiencia y las reflexiones del colectivo Activistas por la Defensa y Liberación Animal (ADLA – Activistas por la Defensa y Liberación Animal) en Ecuador, se afirma que:

Desde las luchas anti-extractivistas y por la soberanía alimentaria hasta las luchas de
reivindicación étnica, identitaria, de género, y las luchas por preservar modos ancestrales o
tradicionales de subsistencia y de organización social y política. Todo veganismo popular
nace en la lucha particular de cada pueblo, en la manifestación específica de cada grupo y
de cada sector social en resistencia y que lucha por su emancipación y por construir y
defender su posibilidad de auto-determinarse. (Ponce, J. y Proaño, D., 2020, p.54)

En Brasil, el libro Antiespecistas: o manual do veganismo popular e revolucionário, escrito por las militantes de Antar – Poder Popular Antispecista y União Vegana Feminista, muestra que la construcción del veganismo radical está involucrada en principios como el boicot, la acción directa, sensibilización, lucha de clases y antidominación, antirracismo, antifascismo, feminismo y la lucha contra la dominación de género y sexualidad. Sin embargo, su desarrollo y fortalecimiento sólo se da con estrategias de inserción social y poder popular4. Entendemos a este último, así como el Movimento dos Trabalhadores Sem-Teto, como “la realización efectiva del principio de que sólo los trabajadores pueden resolver los problemas de los trabajadores”, es decir, “estimular y valorar las iniciativas autónomas, construyendo formas de organización y de toma de decisiones colectivas, luchar por nuestras reivindicaciones y derechos” (MTST, 2015, p. 243).

Construir movimientos que dan poder para luchar por nuestros derechos económicos como sindicatos, organizaciones políticas anticapitalistas, además de movimientos con la misma perspectiva radical, como los movimientos indígenas, ecologistas, feministas, antirracistas, anticapacitistas, LGBTIQ+ y los movimientos queer, y de la lucha por la vivienda y por la tierra son la respuesta, tanto para construir una fuerza que se oponga a los instrumentos de la clase dominante para su derrocamiento, como para el origen de un nuevo sistema gobernado por grupos obreros, populares y oprimidos directamente.

No existirá un antiespecismo revolucionario sin construirse, por ejemplo, aliado a la agenda de la soberanía alimentaria y del agua, propuesta por los movimientos de lucha por la tierra, campesinos, indígenas y quilombolas. Desde el momento en que la producción de alimentos es realizada por los propios oprimidos en sus territorios, y tiene la fuerza para combatir al Estado y proponerlo a nivel nacional, resolviendo el problema estructural del hambre en Brasil y América Latina, es ese empoderamiento, a partir de una dieta y hábitos que no involucren animales torturados y asesinados por el modo de producción capitalista, que puede suceder.

Además del rescate de animales atrapados o acciones que exponen los males de la industria animal (que siguen siendo relevantes), podemos hablar de otras luchas que ejercen el antiespecismo, como, por ejemplo, movimientos en ocupaciones, barrios marginales y comunidades. que tienen una gran cantidad de animales abandonados y falta de saneamiento básico, luchas que están fuertemente conectadas con la agenda animal y ambiental. No se trata, por tanto, sólo de una crítica en este caso, sino de construir un mundo donde el veganismo sea lo más viable posible, donde la lucha por una vida mejor se pueda ejercer junto con la reflexión de que esto se hace mejorando la relación sociedad-naturaleza. y, por tanto, abriendo brechas para una efectiva liberación animal.

Pero esto sólo es posible, primero, con una teoría antiespecista fuerte y concisa, guiada e inscrita en una visión internacionalista, anticolonial, socialista y revolucionaria, que sea una crítica anticapitalista y antidominación, y que se desarrolla por colectivos revolucionarios con estrategia y organicidad, y no solo activismo aislado y performance personales. A partir de ahí, estos militantes pueden insertarse en los movimientos de masas, impulsándolos y desarrollando su potenciales ecológicos y antiespecistas.

En el trabajo “Bestias de Carga: panfleto vegano-socialista” se afirma que:

El capitaismo trata de exprimir la vida de los seres humanos hasta la última gota, intensificando el proceso de trabajo para eliminar todos los movimientos no productivos […] Lo mismo sucede con los animales, el objetivo es eliminar todo lo que no contribuye al producto final, para convertirlos en máquinas para convertir piensos en carne u otros productos básicos. Con los animales, como con los humanos, el sistema de fábrica tiene como objetivo restringir el movimiento del cuerpo para maximizar las ganancias.
(Anónimo, 2015, p.29-30).

La cosificación, la mercantilización y la objetivación de la vida es lo que convierte a los trabajadores en “bestias de carga”, a las mujeres en “reproductoras de mano de obra”, a las personas racializados en “subalternas” y a los animales en “alimento”. Si nuestra conciencia de clase es incapaz de ampliar sus horizontes, expandir sus límites arbitrarios o incluir a quienes sufren opresiones similares, estaremos condenados a repetir la misma lógica supremacista y violenta de la clase opresora. También estaremos condenados a reproducir, provocar y hasta ser víctimas de esta necropolítica, ya que las únicas semillas que germinarán son las semillas de la muerte. Sólo seremos verdaderamente libres cuando liberemos de su cautiverio a la última forma de vida, ya sea mineral, vegetal o animal.

Para que el veganismo sea popular, debe ser construido de manera popular (es decir, desde la base del pueblo, las masas, el protagonismo de la clase trabajadora), sirviendo realmente como instrumento de los oprimidos para la liberación de los oprimidos. Humanos, animales no humanos y naturaleza: todos somos objetivos de la lógica de producción y los poderes establecidos por las clases dominantes, y solo juntos podemos detenerlos y rehacer nuestro mundo. Por eso decimos que «¡El veganismo popular es poder popular!»


1 Traducción del texto y de las citas en portugués por Lesly Zabala.
2 Véase Davidson, Martina. “Repensando o Veganismo: o feminismo e o projeto decoloniais como ferramentas ético-políticas para um veganismo anticapitalista”. Río de Janeiro: Ape’Ku, 2021.
3 Ver Mota, Ana; Santos, Kauan William dos. Libertação Animal, Libertação Humana: Veganismo, Política e Conexões no Brasil. Minas Gerais: Editora García, 2020 y ANTAR & UVF. Antiespecistas: o manual do veganismo popular e revolucionário. Editorial Tierra sin Amos, 2021.
4 Ver ANTAR y UVF. Antiespecistas: o manual do veganismo popular e revolucionário. Editorial Terra Sem Amos, 2021.



Referencias bibliográficas:
Anónimo. (2015). Bestias de Carga: panfleto vegano-socialista. Traducido y editado por Victória Monteiro y Vinicius Siqueira. Colunas Tortas.

MTST-Movimento dos Trabalhadores Sem-Teto. (2015). “As linhas políticas do MTST: Resolução final do I Encontro Nacional (2011)”. Insurgencia, 1(1), pp.243-246.

Ponce, J. y Proaño, D. (2020). Reflexiones Animalistas desde el Sur. Editorial Abya-Yala/ Instituto de Estudios Ecologistas del Tercer Mundo.

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