Nacida en Inglaterra en 1951, Sue Coe es una diseñadora gráfica e ilustradora que, desde sus 18 años, se ha interesado en plasmar a través del arte distintas problemáticas sociales, como la opresión ejercida a los animales no humanos, el consumo de carne, las agroindustrias, el capitalismo, la guerra, la violencia contra las mujeres y las políticas nefastas de los gobiernos de George Bush y Donald Trump. Aunque se crió en Inglaterra, desde su llegada a Estados Unidos en la década de los años 70 se interesó no solamente en que su obra llegara a galerías y museos, sino en hacer parte de ese periodismo visual que se hacía en Nueva York en ese momento; una época en la que la llamada capital del mundo vivió quizá la mayor decadencia de su historia, con altas tasas de criminalidad y un auge del narcotráfico. Por esta razón, podemos encontrar su trabajo en medios como The New York Times, donde ha sido objeto de polémicas por la supuesta crudeza de sus ilustraciones.
Y es que Coe es una artista que exhibe de manera explícita problemáticas sociales y ambientales que quizá de manera escrita no serían tan evidentes. No obstante, así como ha sido censurada y amenazada en distintas ocasiones, también ha logrado exponer su obra en lugares icónicos para las artes plásticas como lo son el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), el Museo Metropolitano de Arte y el Museo de Arte de Birmingham, entre muchos otros en Estados Unidos y Holanda. Además, ha sido ganadora de distintos premios en el ámbito académico, artístico y feminista, reconociendo no sólo su quehacer artístico, sino su aporte a la lucha contra distintas problemáticas sociales.
Desde niña, por su cercanía a mataderos en la ciudad donde creció, ha sido crítica con la industria cárnica, y esto hizo que su trabajo artístico se inclinara a favor de los derechos de los animales no humanos y se enfocara en una ilustración abolicionista en pro de la liberación animal y el veganismo. Su obra es tan oscura como los contextos que retrata: podemos ver corderos degollados, partes de cuerpos en fosas comunes y animales sometidos en laboratorios, por citar algunos ejemplos. Su obra es “horrorosa”, pero de una manera muy bien hecha. También es valiente, porque no cae en los límites de esa estética bella y atrayente de manera convencional. Influenciada por Francisco de Goya (quien en su momento plasmó con su serie Los desastres de la guerra (1810) las crueldades a las que eran sometidas las personas durante la Guerra de Independencia Española), Coe se propone retratar las atrocidades a las que son sometidos los animales no humanos, y evidenciar que existe una guerra permanente hacia ellos que sigue siendo invisibilizada.
Por Natalia Rincón
Artículo extraído de: Animales & Sociedad Edición No. IV